EL VANO INTENTO
Marino Santana
Enero 2016
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¡He descubierto que puedo ser mil veces yo
y mil veces nadie, si es lo que pienso!
¡Pues, soy multitud que se desata,
que se libera, que grita, crezco o muero!

Eres un sollozo, que humedece las fibras
tejidas entre mi piel, entre mis carnes y  pensamientos;
entre los tuétanos de mis nobles huesos...
Y puedes, entre esa humedad, navegar mil leguas
a lo largo de mis tantos miedos:
de los que es posible escapar, a pintar de nuevo
un eterno mar e infinito cielo.

Hemos dejado tirados, en el jardín de mi voz,
despiertas añoranzas y  desconsuelo.
Que la bastedad del alma, oceánica, no puede
desentrañar, por mas que hago por mas que intento.
desbordan las orillas tristes de mi tierno pecho.

Contengo galaxias en este universo.
como se que hay  miles de palabras en tu silencio
así habrá de ganas alla en tu lecho...
y yo, aquí, gastandome escribiendo versos.
Tratando de ver si  brota el bosque oculto dentro
de ese, tu amargo olvido, tu cruel desierto.
¡Ay! ¡Que profundo es el pozo oscuro de mis tormentos!
¡En donde guardo el argumentar, absurdo,
de  esto que callo, de esto que siento.

Ya, en mi soledad, encuentro miles de lagrimas
guardadas  en mis ojos secos.
y, mas que versos, escribo sueños.
sin importar  la nada, sin importar lo eterno.
Retomo, una vez mas, el descubrir de mis alas.
y volando, en una amarga mirada,
lo dejo todo y  huyo a  llora en tu lecho.
de donde se ausentan  dulces caricias,
se fueron y dejaron cansado, al amor que yace dormido,
entre las frías sabanas de tus recuerdos.