La celebración de la fiesta de la navidad es un bella tradición, que tiene su origen en la mas extraordinaria historia de amor.Ella, tiene alcance mundial y su modo de celebrarla se matiza con los colores culturales de cada país; de cada comarca en donde el cristianismo se despliega como un manto de amor fraterno que nació hace ya muchos años en un humilde portal de belén y cubre hoy gran parte del mundo.
Sin dudas que la natividad del niño Dios es una fiesta pero debería ser sobre todo una fiesta en nuestro interior una sublime renovación de intenciones que busquen la pureza en nuestro accionar inmediato y futuro.Alejado nuestro espíritu de la vanidad que nos asalta en estos días y que manifiesta en un afán de aparentar una inexistente bonanza. que solo satisface a esa oscura habitación del alma en donde se esconde lo mas despreciable de la condición humana.
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