lunes, 27 de julio de 2015

  BOCAS CALLADAS

Su mentirosa voz se hizo verdad, tal como sucede con las voces que encarnan el poder. Mientras
su codicia escondía, a mayor profundidad, el progreso de la gente. Solo sus arcas recibían el resultado de las medidas de austeridad implementadas por su gobierno.
                                       
La angustia en la cara del pueblo cual un vil estampado, amenazaba  hacerse una en consustancial mezcolanza con de su faz. En sus gestos se advertían vestigios del paso del miedo que le dispensaban, en grandes dosis, los esbirros del sistema: con sus asesinatos o con sus apresamientos y torturas; o con sus infamias y burlas.
La gente, en las calles, caminaba cabizbaja. Temían hablar y equivocarse ante una de esas "paredes" ;cuyo rol social era tan solo tener oídos. No valla a ser que  una interpretación interesada de sus palabras, los llevara a dar con sus huesos a la cárcel o aun peor, a morir en vida en una sociedad atada por las narices en una loca danza social, que parecía no tener fin.
En esas y otras cosas pensaba don julio aquella mañana cuando la policía se llevó al mello. Aquel muchacho callado, delgado, decidido e inteligente que vivía en su casa desde la muerte de su padre en extraña circunstancia . Tan  valiente, que tuvo la osadía de ser diferente.
Don julio a pesar del amor que sentía por él ,no tuvo el valor suficiente para enfrentarlos. La costumbre de obedecer sin chistar, le susurraba al oído la palabra cuidado.
No era su hijo. pero como si lo fuera pues, su padre  antes de morir, le encomendó cuidarlo y guiarlo por el buen camino y el pensó que era de justicia decirle lo sucedido con su padre; le enseñó a creer que la verdad flotaba luego de un tiempo como los muertos en la profundidad de las aguas,Le enseño a luchar por la libertad, creyendo que le estaba haciendo un gran favor. Por eso, aquella mañana, sintió una leve culpabilidad al verlo esposado en la parte trasera de aquella mazmorra móvil que usaba la policía.

La noticia se regó con prontitud, aun con la boca cerrada, la gente comentada a través de su mirada:

-¡Ese muchacho no es delincuente!-Si es que aun pertenecer a un partido político no es un crimen.-comentaban todos, sin emitir sonidos a través de sus labios.

-¡Lo tienen preso por su ideología, es un preso de conciencia!. -Gritó alguien en el parque. Nadie lo escuchó pues, su voz estaba proscrita y se ahogaba en el silencio de su propia prudencia.

La suerte corrida por el mello visitaría, a intervalos, a cada uno de los directivos de: El Club Libertad, cuyo solo nombre había molestado, bastante, al comandante del cuartel local. La gente dejó de saludar a la familia de todos aquellos jóvenes revolucionarios. temían ser asociados con ellos. Se sabe de gente que recibió amenazas tan solo por regalarle una sonrisa a la niña del mello; tan graciosa y simpática,con su carita redonda y sus risitos; de su hoyuelos en la mejilla, inocente y tierna. Llegaron al colmo de negarle  la atención medica, en una ocasión en que le subió calentura.
 También  tuvieron que sacar a los mayorcitos de la escuela pues hasta los mismos profesores los hostigaban durante las clases y en el recreo los alumnos sobrepasaban la natural crueldad de los niños cuando se trataba de ellos. Jamas fueron invitados a un cumpleañito del barrio. Su abuela fue despedida del empleo; don julio, de repente, y después de mucho tiempo cobrandola sin disturbios, comenzó a confrontar problemas con su pensión.

Un día, temprano en la mañana, se escuchó algo de ruido en dirección a la casa de don Julio Villanueva
Jamás se sabría de ellos. solo que el viejo julio cargó con sus motetes hacia un destino desconocido; llevándose al resto de la familia. E igual hicieron otros de los que estaban en ascuas con el gobierno.

Yo me he quedado aquí, en la calle , con la boca cerrada.  Pero, gritándole al pueblo para refrescarles la memoria de aquellos días cuando en sus facebook siempre pedían otro Trujillo. Hoy ya no tenemos Internet, esta prohibido, al igual que una serie de modernidades que tuvimos hasta que se instaló éste dictador.
Estamos en el 2030. Y ahora, más que nunca, se hace necesario que terminemos aquella villa en san cristobal en donde una doncella servirá de carnada, mientras algunos de nosotros esperaremos en la avenida; en la oscuridad y con las bocas calladas. Mas, no las manos...ni el gatillo.

Autor Marino Santana
(Todos los derechos reservados)




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