LA MUERTE DE DOÑA HICHA CRESCENCIO

Si esta fuera una sociedad basada en valores perdurables, hubiera asignado un merecido reconocimiento a Doña Hicha Crescencio por esta ser un ejemplo de fortaleza y laboriosidad. Lamentablemente se fue con el único reconocimiento ineludible: el del deber cumplido . Y decimos esto al recordar esos años  tormentosos de los setentas en que la miseria cabalgaba junto a nuestra niñez y esta señora junto a su Hermana margot nos servían en un programa, establecido por el gobierno de entonces, cada mañana un suculento desayuno a los niños del barrio.
Levantó a una familia en la que varios de sus llegaron a obtener un grado profesional. y sin importar lo adverso del panorama mantenía siempre un humor a flor de rostro y de labios.
Vallan pues nuestra más sinceras condolencias para toda su familia.