jueves, 7 de mayo de 2015

AL QUE QUIERA SABER .

¡Cuando haga falta un ataúd deforme,
echen de ver el vientre hinchado
de un batey ignorado!
Con sus huesos, de cañas añejas,
expuestos al grito de la agria tierra.
Su losa, sin fecha ni experiencia;
sin nombre que rememore su existencia.
Malograda, la madera, destila el odio
mal oliente de las tardes.
Sin tapa, sin preguntas, sin sosiego;
huye con la prisa eterna,
del que quiere saber: a donde llevan
su sangre,su resina y sus ojos;
para dejarlo bajo una cruz asimétrica.
¿Quien es el dueño de los clavos?
¿Quien amamanta al crucifijo lloroso;
que pone plata en su pecho?
¿Un viejo atril cargado de directrices
ofuscadas, sin el norte claro
de un destino incierto?
¡Oigan, esa tonada hiriente;
duelen, al oído, sus razones!
¡Si necesitan un muerto:
echen de ver el ataúd en donde se llevan,
como un tesoro de negativa presencia,
la cara brillante de un espejo!


Marino
Mayo 2015

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