lunes, 29 de junio de 2015

 LOS HUEVOS DE ORO
Historia original de Marino Santana

Se cuenta de un señor  muy rico que gustaba, cada cierto tiempo, recorrer los caminos vestido de mendigo.  Y que buscaba, con ello, conocer a personas que le brindaran su amistad, sin que tomaran en cuenta su altísimo nivel económico. Sino, más bien, sus valores humanos más reales y profundos pues, ya estaba harto,decía, de tanta hipocresía que se gestaba a su alrededor.
En una ocasión, en esto andaba cuando se encontró con un humilde muchacho que compadecido por su fingida condición le obsequió un paquetito, encomendandole cuidarlo con esmero y solo abrirlo cuando llegara a su "casita".  Ya en ella, podía abrir y disfrutar de aquel extraño regalo.
Así lo hizo, en el trayecto hasta su mansión y luego de encontrarse con su séquito , encargó a sus asistentes que tuvieran el mismo cuidado con el dichoso regalo. Un rato mas tarde ya bañado y cambiado de ropas, el magnate en cuestión, pidió que le trajeran el referido envoltorio. Rápidamente el mayordomo de la casa le trajo aquello, ya en sus manos, tuvo el cuidado de abrirlo lentamente...dentro, habían dos huevos y una una escueta nota escrita, a lápiz y en un delicado papel, que decía:

SI HAS ABIERTO ESTE OBSEQUIO Y HAS PODIDO LEER ESTA NOTA,  SIGNIFICA QUE TUVISTE EL SUFICIENTE CUIDADO PARA CONSERVARLO PUES, EN CASO CONTRARIO, AL ROMPERSE, EL LIQUIDO HUBIERA DESTRUIDO LA MISMA... IGUAL HAGA CON CADA AMIGO QUE SE ENCUENTRE EN SU CAMINO.SIN IMPORTAR SU PROCEDENCIA Y SU CONDICIÓN.

Pasados unos años, le visitaba alguien y notó un brillante objeto colocado en un lugar muy especial de la casa, su curiosidad le llevó a preguntar por aquel objeto que consistía en dos figuras ovaladas sobre una tablilla de oro de diez y ocho quilates y  que decía :
En honor a un gran amigo que ,sin estudiar en Harvard, sin haber recorrido el mundo, sin haber acumulado riquezas, sin estar vestido con hermosos ropajes y sin poseer alhajas costosas, sin llevar sobre su cuerpo el maravilloso aroma de un perfume francés, me enseñó la lección más importante de toda mi vida: el gran valor de la amistad.


Autor:Marino Santana


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