Por mâs que mienta la noche
No te sientas solo, si mueren las voces;
Si tu cara se puebla de silencios;
si tus manos recogen miradas de miedos.
Despide tu angustia para que se bañe de adiós;
Que tiemble el tridente en la palma desnuda
y la flama,de lamer la estopa, se escape.
Limpia, la fosa del amor, te espera;
recita de memoria su presencia;
Adula a la muerte, anquilosante de luz.
Que quien decide el destino final, no es la luna,
por más que mienta la noche; no es ella, eres tu.
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