miércoles, 21 de octubre de 2015

TIZANA CONTRA EL OLVIDO

Un prurito en las encías me advierte
que estoy a punto de pronunciar tu nombre;
mi lengua respira hondo,
los juicios laten en mi frente de frontera;
y la eclosión estremece la dentadura
ensangrentada por el puñetazo redentor.
Los labios, resecos de silencios,
se amoratan exigiendo vida.
Tu nombre deja huellas imborrables
en mi lengua,
degradas cada palabra que te nombra;
el paladar se reciente.
Han horadado su reino epitelial y
un gas urticante se esparce
se escapa, sigiloso por entre cortinas musculares
que, sordas exclaman una elegía hiriente,
casi inhumana. Pero que, con firmeza, se abre paso
por entre cientos de lustros de silencio.
El amargor me llega al alma
y escupo cada recuerdo de tu nombre.
En la retamica  experiencia de invocar
tu álgida presencia:
fantasmales ecos me devuelven tu hedor;
regresas a mis adentros
y es cuando, mis fosas nasales,
comienzan a odiar el viento;
cuando se vincula a tu regreso.
Se recienten mis ojos:
se visten de ofuscados tules;
nadie sabe el día,
ni siquiera el propio día lo sabe
pero, un tierno brote ha oxigenado
el camino del futuro;
es donde el alfabeto te ha negado la existencia,
en donde el brazo fuerte de la verdad
nos ha exprimido la memoria
dejándote desnudo...
en medio de un charco de olvido.

Y tu, que te pensabas eterno,
hoy te esfumas,
visiblemente sorprendido.

Odin derrotado, con tu orgullo,
te revuelcas 
en la espesura del silencio.
En esas abrasiones del tiempo,
se deshojan tus mentiras
al horizonte...éste horizonte
que se bebe las ultimas gotas
de tu simulado arcoiris.
En el entremés de tu sainete:
Cambias dermis, apuras la retama.
Hasta que ,en tus dudas, se levantan 
nuevas cortinas.
Es el día en que tu peor pesadilla estrena alas.
Te obnubilas, caes en tu propia celada.
Zeus ha vomitado su fuego
quemando tu ilusión perversa;
dejando sin aliento, y sin espumas,
la mar de tu ambición.
Entonces vas, errabundo...
exhalando tu ultimo tormento.

Soy la carcajada,el verbo
que te esquiva,
en la tormentosa escapada.
La de trazo límpido,
sin el orgullo fatuo
de la escoria que lastra
tu dignidad de ceniza.

¡Soy, tu mejor excusa,
en el hablar confuso
de tu estirpe maquillada!
¡Soy, espíritu en tu temor
de puños cerrados,
de mirada de fuego.
Láser soy que traspasa,
en oblicua danza, tus adentros
Centrifugados por tu ancestral codicia
de boca  tiesa y falsa sonrisa.

¡Soy el destello que cabizbaja
tus mentiras!
¡soy, la pluma incandescente,
la que cultiva el puro acento
sin cansancio y sin desgano!
¡La que, escribiendo va
tu vil historia...tirano!

Marino












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