martes, 10 de febrero de 2015

CUNA DE SONRISAS

Delgado, un niño mecía
en su cuna a  una sonrisa,
con sus manitas huesudas
y su cara adormecida;
decía tantas verdades
su desnuda anatomía;
el niño de pies descalzos,
de lagrimas golondrinas,
anunciaba con sus ojos
el final de una partida.
-¡Oh niño de vientre hinchado,
el de la piel amarilla;
del pelo descolorido!
¿Que le pasa a tu sonrisa?
-Arrebatada de sueños,
duerme en paz su siestecita.
Hasta que mi faz hambrienta,
encuentre casa y comida.


Marino







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