jueves, 26 de febrero de 2015

                                       ◄MALOS VECINOS►

 No maltrataras ni oprimirás  
al extranjero ,pues extraño  fuisteis en Egipto.
                                                    Éxodo 22:21

La santa biblia, libro referente por excelencia, trata de conducirnos de manera efectiva, por los senderos de la vida; haciendo hincapié en aquellos aspectos que definitivamente nos llevan a la perfecta armonía con el creador del universo.Por eso, en el caso de éxodo 22:21 o del relato relativo al buen samaritano ,se nos induce al buen trato con los demás. Aun asi es necesario que nuestros territorio y que nuestra gente sean defendidos con hidalguía. Dejando de lado cualquier aspecto que se pueda calificar como rancio chauvinismo.
Definitivamente que nuestra nación es soberana y que está, en nosotros defender dicha soberanía; en el terreno en el que debamos defenderla. Pero, resulta más que extraño, el denodado interés que tienen algunos sectores  de la hermana nación de Haití, por provocar  situaciones que lo único que hacen es mantener un permanente estado de conflicto entre ellos y nosotros.
Esos que pisotearon y que supuestamente quemaron la enseña tricolor, en el día de ayer, durante una manifestación en Puerto Príncipe; Muchas veces son sujetos pagados por esos sectores. Quienes anclados en un claro interés principalmente económico, se han dedicado a sostener una permanente provocación en busca de crear situaciones que le sigan situando en un plano ventajosamente exclusivo como suplidores del vecino país.
Claro que, de este lado de la isla, existen grupos con iguales intereses, y aun otros,con intereses distintos pero que se benefician grandemente de que exista una inmigración carente de documentación, y que labore sin descanso a cambio de salarios miserables que ningún dominicano,en su sano juicio, aceptaría. Ese es el origen de todo este escarceo, en ocasiones de tipo  mediático,y que mantiene en ascuas las relaciones entre nosotros y estos vecinos eternos que nos ha regalado la providencia divina.
Condenamos, con la dureza necesaria, cada agresión en uno u otro sentido.No aceptamos de ninguna manera la falta de respeto a nuestros símbolos patrios. Pero igualmente condenamos el hecho de que sea el propio estado quien propicie la ilegalidad migratoria con el fin de explotar conjuntamente con lo peor de la oligarquía dominicana, a esa gente. Creando un enorme problema, que hasta el momento, se ignora las dimensiones de sus efectos en el futuro inmediato .



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