domingo, 8 de febrero de 2015


ÉTICA SOCIAL:  DEBILIDAD QUE NOS CORROE.

Las sociedades como un universo social con vida propia, tienen creadas una serie de leyes que sustentan su existencia. Algunas de dichas normas poseen un sentido muy positivo más, otras navegan el mar de lo absurdo.La sociedad en que me ha tocado vivir, carece de fundamentos éticos coherentes; es decir: puede, sin reparos, condenar a un infeliz que se roba un salami, porque tiene hambre, mientras lanza loas al ladrón de cuello blanco que dirige una mafia gubernamental o un cartel municipal. Este tipo de conducta colectiva viene motivada por dos razones principales: La primera es la falta de conocimiento. éste conglomerado social carece del suficiente conocimiento para enarbolar un juicio critico todos sus juicios están basados en prejuicios y en resentimientos huecos de razón. La segunda es la ausencia de un marco ético dentro de su estructura formativo-conductual. Llevándonos al plano de una total ausencia de valores positivos,por ejemplo el individuo que se encuentra una maleta llena de dinero, su principal temor es a la repulsa social que se ganaría ante la devolución. Muy pocos vencen ese miedo, es casi como romper un esquema Pues lo socialmente esperado y aceptado es que el individuo tome tal hallazgo como "un regalo" de Dios.Como una de las pocas oportunidades que tendrá en la vida; asi que debe de aprovecharla.  Nada mas absurdo,pero esa es la norma por la cual se rige la mayoría y quien ose controvertir  eso, se gana el mote de pendejo.
Aquí a cualquier delincuente  que mediante malas artes logre el salto social  y económico se le colma del respeto  y la honra que debiera conservarse para ponerla en manos de alguien que se lo merezca todo lo contrario,mientras menos lo merece mas rápido lo recibe.
Es como si fruto de un extraño maridaje el conglomerado social se plegara a un contrato cuyos termino determinan que para no desentonar  se debe aceptar tales desafuero y de lo contrario se es colocado en el plano de paria social,sin importar su ejecutoriara de vida.Podemos poner como ejemplo fehaciente este caso en que varios periodistas se encuentran en el horno social debido a su postura en torno al hecho de que el estado se niega a reconocer la ciudadana a un grupo de dominicanos de origen haitiano.Pero estos mismos periodistas gozaban de una enorme popularidad y respeto de esa misa sociedad que hoy los condena.
Al igual que  a Jesús de Nazaret   a quien los mismo que le recibieron como héroe idas más tarde pidieron a todo pulmon que le crucificaren.
¿Que explica esta conducta que vemos que se repite, aunque con distintos colores, al rededor del mundo,pero que se acentúa con mayor fiereza en estos espacios del tercer-mundismo rancio?
Toca pues, en estos momentos, a los mas encumbrados cientistas sociales; el desentrañar esa maraña que cubre como manto oprobioso a una sociedad que cada día da mayores muestra de atraso y mediocridad.


Marino santana

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